Hace mucho tiempo que no me reía tanto con una
novela. Sucede que una historia debe atrapar al lector desde el título, y eso
sucedió con “El abuelo que saltó por la ventana y se largó”. Creo que resulta
imposible negar de que se trata de un título muy original. Apenas vi el libro
en las estanterías, captó mi atención. Su autor era hasta ese día, desconocido
para mí. Un periodista sueco de apellido Jonasson. Quizá uno de los motivos de
tal desconocimiento, radique en el hecho que llega escasa literatura nórdica a
nuestro país. Sin embargo, aquella tarde del mes pasado, tenía entre mis manos,
la edición del 2016, aunque el libro había visto la luz en el 2009, y mientras
paseaba por la librería, dudaba si debía adquirirlo o no. La sinopsis y el
comentario de la contratapa también llamaron mi atención, aunque en los últimos
tiempos suelo desconfiar de dichos comentarios que en ocasiones, tienden a
elevar a cualquier autor sin tomar en cuenta la calidad literaria, y uno
termina llevándose verdaderos fiascos. Luego de meditarlo varios minutos,
decidí arriesgarme y no me arrepiento.
“El abuelo que saltó por la ventana y se largó”,
es una novela que lo captura a uno desde sus primaras páginas y me atrevería a
afirmar que no decae en sus cuatrocientas páginas, lo cual, ya es un todo un
mérito para cualquier autor. Es cierto que su lectura puede catalogarse de
fácil, pero pienso que no es tan sencillo. Jonasson ha creado a un personaje
entrañable. Un abuelo de cien años llamado Allan Karlsson, que un día decide
escaparse del asilo y vivir, se supone, sus últimas aventuras, pero la novela
no solo narra de modo irónico el escape de Allan por quién el lector va cobrando
una especie de afecto o complicidad en su fuga, sino que además, se termina de
conocer al curioso protagonista, porque Jonasson ha dividido la novela en dos
historias que aparecen de modo alternado. Por un lado, la fuga del asilo, y por
el otro, la vida de Allan desde su nacimiento, con toda una serie de experiencias
vividas y con personajes históricos increíbles, y dónde uno termina por
descubrir la verdadera razón de la fuga de Allan del asilo.
“El
abuelo que saltó por la ventana y se largó”, de Jonasson es una novela que no
solo les arrancará una sonrisa, sino que además, les recordará lo valioso que
es saber disfrutar de la vida.
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