lunes, 8 de octubre de 2018

EL ÚLTIMO DÍA DE UN CONDENADO



“¡Condenado a muerte! Hace cinco semanas que vivo con este pensamiento, siempre a solas con él…”

De este modo dramático, se inicia “El último día de un condenado”, una novela de Victor Hugo, publicada en 1829 y poco conocida fuera de los ámbitos literarios. El autor francés es más asociado a títulos como: “Los miserables” o “Nuestra Señora de París”. Sin embargo, esta novela corta (unas 150 páginas dependiendo de la edición) representa una protesta y a la vez, un lamento en contra de la pena de muerte. Victor Hugo es conocido por su compromiso con las luchas sociales, planteando reflexiones acerca de la segregación social, la injusticia, la soledad, y aunque sus ideas, en ocasiones pueden resultar polémicas, su literatura no se ve desmerecida sino que logra plasmar, a través de héroes de la tragedia a personajes inolvidables, como el condenado a muerte de esta novela.

En las páginas de “El último día de un condenado”, encontraremos sensaciones como: Dejo una madre, una mujer, una hija…tres viudas por acción de la ley. También, leemos imágenes como: La puerta de la tumba no se abre por dentro. Herramientas de las cuáles, se vale Victor Hugo para mostrarnos el horror y la angustia de un hombre que espera su muerte. Es el arte de las palabras convertido en una lucha social. Nada mejor, que leer a un autor clásico. Sus libros no solo nos deleitan con el manejo del lenguaje, sino que además, nos transforman, y eso, es lo más importante.