Es lamentable lo sucedido en Francia. Más de cien
muertes absurdas porque no existe ninguna razón, ni mucho menos una ideología
que sustente la muerte de siquiera un ser humano. Lo sucedido ayer es una
muestra del caos total, al cual, la indiferencia del hombre por sus semejantes lo
ha llevado. Muertes, destrucción, violencia. Qué más estamos esperando para que
exista una reacción. Primero, empezamos a destruir el planeta como si tuviéramos
otro a dónde mudarnos cuando La tierra, nuestra hermosa Tierra, quede
totalmente depredada. Y ahora, estamos aniquilando de modo salvaje al propio
ser humano, a nuestro semejante. Tales sucesos dejan familias rotas, sociedades
enfermas, disfuncionales. Y lo peor, es la apatía de los semejantes. Claro, al
siguiente día una gran mayoría opta por la huachafería de colocar los colores
de la bandera francesa en sus fotos de facebook. Otros proponen orar por las
víctimas y los familiares, como si ello, les devolviera la vida o paliara su
dolor. Es como pretender que la fantasía se imponga sobre la realidad. Es negar
la realidad y solo es una muestra más
del mundo absurdo en el cual vivimos, y no me importa parecer alguien que va
contra la corriente. No, solo estoy escribiendo desde la ira, desde la vergüenza,
desde el desconcierto, que con seguridad, muchos argumentaran, no son buenos
consejeros.
Pero sucede que no entiendo porque el dolor de los
demás no motiva reacciones. No es suficiente sentirse conmovido. No, de ninguna
manera, lamentarse no basta. Las acciones se imponen. Como sostenía Sontag,
notable ensayista americana, la indiferencia se ha apoderado del ser humano. De
lo contrario cómo entender lo sucedido en Francia.
Y ¿solo en Francia? ¿Y qué pasó con los jóvenes
decapitados en México? ¿Con los palestinos y sirios que mueren todos los días?
Pero ni siquiera hay necesidad de dirigir nuestra mirada tan lejos. ¿Qué sucede
con nuestros compatriotas víctimas de los rezagos de Sendero, o con aquellos
niños que todos los años mueren por culpa del frío en los Andes? Nadie dice nada. Es como si no existieran. ¿Acaso
esperamos que un gobierno corrupto, que de manera desesperada intenta esconder
sus fechorías, se dirija hacia los niños y los rescate? Eso no va a suceder. Es
imperativo comenzar por nuestro semejante, ayudarlo de acuerdo a nuestras
posibilidades, y cuando ellas se agotan, hacer un esfuerzo adicional. De lo
contrario, esta sociedad dejará de llamarse como tal. Esa es la verdadera
tragedia.
Concuerdo totalmente con usted profesor los seres humanos hemos perdido el respeto por la vida somos tan egoistas que no nos importa el daño que causamos, con respecto ah dichos atentados infudablemente no hay nada que pueda justificar tantas muertes de personas que no tienen nada que ver en los interese politicos de sus gobiernos ,por otra parte tambien estoy en desacuerdo que por el hecho de que francia sea un pais europeo y conocido ,los medios de comunicacion nos manipulen y nos den una version de los hechos equivocada y no nos muestren la realidad de siria que esta aun mas debastada que francia .
ResponderEliminarPedro abanto abanto
V ciclo noche