jueves, 4 de julio de 2013

EL CAFÉ QUE QUEDÓ


          El presente título le pertenece a una reseña realizada por Jonathan O.G. sobre mi tercer libro de cuentos "Te queda un poco de café", publicada en su blog titulado Yggdrasil y el hilo de oro. Quiero expresar mi agradecimiento al autor por tomarse el tiempo para leer el libro y escribir la reseña que a continuación transcribo. 

"El psicólogo y escritor Fernando Espíritu Álvarez (Lima, 1971) ha publicado los libros de cuentos Río Salvaje (2002) y ¿Qué saben los ajedrecistas de mujeres? (2004); en el ámbito de su especialidad La pareja: entre el amor y el dolor (2007) y psicología y literatura (2009). En esta oportunidad Fernando nos entrega su nueva producción literaria ¿Te queda un poco de café? (Lima, Mesa Redonda, 2012).

          En este conjunto de once relatos Fernando nos va mostrando los conflictos personales, los encuentros y desencuentros amorosos, las problemáticas de pareja y estas poco perceptibles relaciones y acontecimientos, pero no por ello menos importantes, que se dan en el día a día. Los escenarios y personajes urbanos van mostrándonos el carácter caótico de su vida, en la que llevan relaciones conflictivas, incómodas y difíciles que los ponen a prueba. Una peculiaridad en estos relatos es la caracterización unánime del temperamento de las mujeres, las cuales son descritas por sus parejas, así en «Hombres, mujeres y caballos» la novia del protagonista es «medio zafada». En el cuento «Más allá» Betty Linda es irritable e irascible y en «Por algo será» se ve la misma línea, la mujer de Roberto es «una mujer gritona y renegona».

        Las relaciones de pareja son el eje temático de los relatos y estas suelen ser inarmónicas y conflictivas, pero de alguna manera son necesarias para ambos, por este motivo los protagonistas no pueden desligarse de su pareja o del círculo constante en el que están, quizás por temor a la soledad, por cuestiones prácticas o por el simple hecho de afrontar una ruptura.

        Los cuentos en su mayoría son de corte realista, transmitiendo una sensación de desdén en la narración donde los escenarios suelen ser grises, salvo dos excepciones, el relato «Hombres, mujeres y caballos» que tiene una carga humorística considerable debido a las ironías del narrador producto de los sucesos que se dan en la historia, pero aun así el relato no deja de ser penoso. Por otro lado el relato «Más allá» discrepa un poco de los demás cuentos en la medida en que el personaje principal está viendo un accidente de tránsito, en donde la víctima es él, mientras nos cuenta la relación con su pareja y divaga sobre la posibilidad de estar muerto o en una especie de coma.

     A lo largo del libro puede verse mejor manejo de los recursos literarios en los relatos hechos en primera persona, cosa que le es más difícil en cuentos como «Por algo será» o «La camioneta del seminario», donde el narrador se distancia y no participa como personaje en la historia.


       La labor de Fernando Espíritu como psicoterapeuta de pareja, influye notoriamente en la elección del tema principal del libro, pero no por ello renuncia a la estética literaria para centrarse únicamente en la presentación de los conflictos personales y de pareja, sino que entrelaza ambos y le da un toque personal, en ocasiones tiende al humor pero sin salirse del rasgo resignado de su relato, logrando transmitirnos esa apatía, muy humana, que en ocasiones suele envolvernos irremediablemente".

        Gracias a Jonathan O.G. por la reseña.