viernes, 25 de julio de 2014

ANÁLISIS PSICOLÓGICO DE LOS CUENTOS INFANTILES


La literatura no solo es maravillosa por el arte en sí que es capaz de mostrar, sino porque además, ofrece otras alternativas de desarrollo para la vida del ser humano. En opinión del psicoanalista Bettelheim, la literatura, y en especial los cuentos infantiles, le permiten al niño el acceso a un sentido más profundo, a lo que está lleno de significado para él, tomando en cuenta su etapa de desarrollo. La literatura debe enriquecer la vida del niño, estimular su imaginación, intelecto y ayudarlo a identificar sus emociones, esclarecer sus ansiedades y aspiraciones. Y con esto, guiarlo al reconocimiento de dificultades y sugerir sobre las posibles soluciones a un problema, estimulando también su confianza en sí mismo y en su futuro.

Para que el niño enfrente los problemas de la sociedad, primero requiere aprender a diferenciar sus sentimientos y darles sentido; debe establecer un orden interno y externo de su vida mediante una educación moral que trasmita las ventajas de un comportamiento moral.

Los cuentos de hadas con el tiempo se han ido refinando, llegando a trasmitir sentidos evidentes y ocultos a todos los niveles de personalidad. Así mismo, aportan importantes mensajes al consciente e inconsciente. Estas historias hablan del yo en formación estimulando el desarrollo, mientras libera al inconsciente de sus pulsiones. Ahora, ¿por qué los niños encuentran más satisfacción en los cuentos de hadas que en otras historias infantiles? y ¿por qué estos resultan tan valiosos en la educación de los niños? Los cuentos de hadas ofrecen a la imaginación del niño nuevas dimensiones y lo ayudan a estructurar mejor sus ensueños y canalizar su vida.

Para dominar los problemas psicológicos del crecimiento, el niño necesita entender su yo consciente y enfrentarse a su yo inconsciente. El contenido inconsciente debe acceder a la conciencia hasta cierto punto, para ser elaborado por la imaginación, utilizando algunos impulsos de manera positiva.

Los padres caen en el error de pretender mostrar a sus hijos sólo el lado positivo de la vida, negando así la ambivalencia de la naturaleza humana. Esto genera en un corto tiempo que el niño presente una percepción distorsionada de sí mismo y un conflicto existencial, debido a la  culpa que siente en el momento que empieza a sentir cosas malas.

En su mensaje, los cuentos de hadas presentan la lucha inevitable contra las serias dificultades de la vida, la cual está intrínseca en la existencia humana (muerte, vejez, deseo de la vida eterna, injusticia, etc.), el problema existencial, el entrenamiento ante el conflicto y la victoria ante el enfrentamiento de este. Simplifica las situaciones,  define a los personajes, exhibe la dualidad (bondad – maldad), plantea un problema moral y exige una dura batalla.

La moralidad se refleja en el hecho que el crimen no resuelve ni llega a nada más que en la idea de que lo malo obtiene un castigo; y en la identificación con el héroe bueno y atractivo más que la concepción de que la virtud siempre gana. Se expresan caracteres opuestos para un mejor entendimiento y diferenciación, y esto induce al niño a elegir qué tipo de personaje desea ser de acuerdo a la empatía o antipatía que siente por él. Este punto es crucial, puesto que constituye el modo de proyección del niño y el desarrollo posterior de su personalidad.

Otro punto tratado en los cuentos de hadas, consiste en sugerir que formando una verdadera relación interpersonal, uno puede escapar de la angustia de separación que nos persigue continuamente. Así ayuda en un futuro, a que el niño renuncie a sus deseos infantiles de dependencia y alcance una existencia independiente más satisfactoria.


Por lo tanto, el niño necesita identificarse en cuanto a sus conflictos internos, estado emocional y realidad evolutiva, para poder entenderlos mejor y diferenciarlos en base a patrones que observa de soluciones ya planteadas que guíen la confrontación con respecto a su propio conflicto, logrando expresar su mundo interno.