viernes, 16 de mayo de 2014

Abel y Cain de Charles Baudelaire


Raza de Abel, traga y dormita;
Dios te sonríe complacido

Raza de Caín, en el fango
Cae y miserablemente muere.

Raza de Abel, tu sacrificio
¡Le huele bien al Serafín!

Raza de Caín, tu suplicio
¿Tendrá un final alguna vez?

Raza de Abel, mira tus siembras
y tus rebaños prosperar;

Raza de Caín, tus entrañas
Aúllan hambrientas como un can.

Raza de Abel, caldea tu vientre
Junto a la lumbre patriarcal;

Raza de Caín, en tu antro,
Pobre chacal, ¡tiembla de frío!

Raza de Abel, ¡ama y pulula!
Tu oro también produce hijos;

Raza de Caín, corazón ígneo,
Cuídate de esos apetitos.

Raza de Abel, creces y engordas
¡Como chinche en la madera!

Raza de Caín, por los caminos,
Lleva a tu gente temerosa.
                       II
¡Ah, raza de Abel, tu carroña
Abonará el humeante suelo!

Raza de Caín, tu tarea
Todavía no la cumpliste;

Raza de Abel, mira tu oprobio:
¡El chuzo al hierro venció!

Raza de Caín, sube al cielo,
¡Y arroja a Dios sobre la tierra!