miércoles, 12 de diciembre de 2012

LA CAÍDA DE BATMAN


         ¿Puede una película con un argumento inverosímil, con una historia que no se sustenta por más que se desarrolle en el ámbito de la fantasía gustar y convertirse en un éxito de taquilla? Por supuesto que sí. Es el caso de la segunda parte de Batman, el caballero de la noche del director Nolan. La historia es un bodrio total, pero entretiene, y en estos tiempos, donde el análisis está siendo avasallado por la simple observación, con el entretenimiento basta. Nolan nos presenta un mundo sin reglas donde el héroe, en este caso Batman debe enfrentar a uno de los criminales más representativos en la historia de los comics, el Guasón. Hasta ahí, todo bien, incluso las actuaciones son brillantes, Ledger personifica con maestría a un Guasón sádico y odioso y se lleva las palmas por encima de Bale que caracteriza a un sorprendido Batman, (aunque de modo personal prefiero al Guasón de Nicholson más cercano al comic). Por su parte, Morgan Freeman y Michael Caine confirman que son grandes actores. Eckhart y Oldman también cumplen su parte ¿Qué es lo que falla entonces? Como dije: el argumento. Ni siquiera los actores con su maestría pueden salvarlo.

Ciudad Gótica y la existencia de Batman pertenecen al mundo fantástico. En ello, todos estamos de acuerdo, pero la historia a diferencia de por ejemplo: El hombre araña donde todo es fantasía y por lo tanto, es aceptable la existencia de un hombre de arena, en Batman se mantiene una atmósfera realista dentro de un marco general de tipo fantástico, lo que es perfectamente válido. Esto quiere decir que si la historia pasa a tener un tono realista, puede alguien explicar cómo desde las primeras escenas se ven barbaridades como por ejemplo: el bus escolar donde huye el Guasón del banco, saliendo en el preciso momento que circulan otros buses cargados de niños, incluso brindándole el espacio necesario para que se mimetice con los demás. ¿Acaso otros delincuentes manejaban los demás buses cargados de niños? O en todo caso, ¿el Guasón había contratado a los choferes para que lo ayuden en su fuga? Recuerden el Guasón carece de una organización. El mismo lo dice cuando visita al fiscal de distrito en el hospital. Un hospital rodeado por la policía y el sale muy suelto de huesos con el detonador de la bomba, y lo que es peor, solo camina unos metros y sube a un bus otra vez repleto de niños, ni siquiera para argumentar que la policía se encontraba lejos debido a la evacuación. Y así, podría continuar enumerando una serie de situaciones absurdas propias de una película de quinta categoría y no de un taquillazo de Hollywood. Nunca entendí cómo pudo gustar esta película si los errores saltan a la vista. Disculpen los fanáticos de Batman. Yo también soy un fans de los superhéroes, ellos me acompañaron durante mi niñez y cada vez, que son reactualizados en la pantalla grande acudo presuroso como una forma de añorar mi infancia, por eso lamento la barbaridad que cometieron en este filme.